domingo, 25 de mayo de 2014

ABSTENCIÓN

He decidido a esperar a que se cierren los colegios electorales (en Canarias, claro) para hacer esta declaración (que nunca pensé que haría) sobre mi intención de voto. No porque mi idea de no-voto fuese clave a la hora de que nadie se sintiera influenciado por un anarconostálgico mindundi como yo, sino que me ha parecido lo políticamente correcto.
Nunca fui europeísta. Ya en mis  épocas de militancia veía el "eurocomunismo" como algo muy lejano a mí y a mi situación. Mas tarde el vivir como un símbolo de 2500 años de antigüedad, el dracma, moría a manos de un advenedizo, el euro, me hizo pensar si no estábamos cerca de un "gran hermano comunitario".
Finalmente, la derechización de los estados miembros (y de el mundo en general) ha sido la clave.
En mis últimos años de actividad laboral tuve que ver con mis propios ojos y con nombre y apellidos, recordando la lucha antifascista de mi padre, como el secretario provincial de CCOO pasaba a ser Jefe Provincial de Correos, como el responsable de CGT se transformaba en uno de los perros de presa de la dirección al convertirse en uno de los jefes de cartería mas odiados de los que tengo noticias, por no hablar de los tránsfugas de la UGT y del Sindicato Libre olvidándose de la lucha de clases y abrazando al CSIF como la solución a los problemas de los trabajadores.
De esta guisa, me da por pensar que si desde todos los partidos (mayoritarios, minoritarios o emergentes) tratan de que vote, lo realmente bueno para mí es no hacerlo.
Creo que es lo correcto.



viernes, 23 de mayo de 2014

GRACIAS

No es precisamente el agradecimiento por internet en mi caso una demostración de cobardía, como pudiera ser un adiós por WhatsAppsino un acto íntimo que aunque ya haya realizado en persona con todos sus afectados, quiero dejar constancia escrita. Tampoco pretendo que se parezca a una entrega de los Goya, aunque mi capacidad intelectual(muy alejada del candidato popular europeo) no me permiten hacer muchas florituras.
No es difícil imaginar que a la primera persona a quién tengo que mostrar mi gratitud es a mi esposa Belén. Por ella pasaron, pasan y probablemente pasarán los momentos mas duros, siendo su apoyo diario y continuo, sin el cual estaría sin duda completamente desvalido. Su naturaleza tierna y amable a la vez que fuerte y sin fisuras hace que mi vida sea apacible y sosegada.
El otro pilar fundamental es mi hijo Dioni. En el jodido "despertar" que se produce tras la inconsciencia de los primeros días, siempre pensé que sería mejor para él que tuviera un padre en una silla de ruedas, a que no tuviera ninguno.
En segundo lugar mis dos hermanos y sus familias. Cerca de mi. Recuerdo sus voces en el hospital. Transmitiéndome  calma y serenidad. Y hoy en día dando cohesión a ese núcleo tan importante que es la familia.
Los amigos en tercer lugar. Ahí están. Los que imaginaba que estarían. Los que me acompañaron desde siempre. Incluso los que no están tan terca, pero su cariño persiste a través de la distancia.
A los profesionales médicos, fisioterapeutas, logopedas y terapeutas ocupacionales. Juntos hacemos que mi recuperación sea una realidad.
No me quiero olvidar de mis vecinos, que me acogieron con cariño en esa vuelta al hogar juvenil.
Y por supuesto a la memoria de mis padres. Si alguna vez observáis en mi algo bueno, pensad que me lo enseñaron ellos.
A todos...gracias.


sábado, 10 de mayo de 2014

ANSIEDAD

Creo que nunca fui una persona fuerte.
Aunque mi aspecto de cientotreintaymuchos kilos diera a entender lo contrario.
El asunto es que después del choque de mercancías en mi cerebro y de la inmediata minusvalía, mi mente comenzó un rapidísimo proceso de adaptación que llevaba implícito la tan temida ansiedad.
¿Podré ser capaz de relacionarme? ¿Y de hablar? ¿Seré capaz de cortar un filete? ¿Y de ir andando a comprar el periódico?
Y resulta que no era tan débil como sospechaba.
Si bien es cierto que la ayuda de mi familia y mis amigos ha sido vital ( y pronto estaré preparado para darles las gracias también a través de este medio) nunca utilice ni ansiolíticos ni tuve la necesidad de ir a psicólogo alguno. Y eso que conozco a alguno cojonudo...
Afortunadamente mi ansiedad no se transformó en un trastorno de ansiedad y una vez que mi situación se "normalizó" y fui consciente de mi "nueva vida" mi andadura-je,je,je,je-ha sido mucho mas sencilla.


viernes, 9 de mayo de 2014

POR LOS SUELOS...

Desde el principio de mi enfermedad, y ya van para casi dos años, mi mayor miedo ha sido el caer al suelo estando solo. Solamente en un par de ocasiones fui a dar con mis doloridos huesos al pavimento, y en una ellas tuvo que utilizar mi chica la grúa que habíamos adquirido para los desplazamientos en la casa.
A partir de ese momento y una vez que mi mujer se incorporó a su puesto de trabajo, el teléfono móvil me acompañaba a cualquier lugar que mi poca autonomía me permitía, ya que una caída estando sólo hubiera supuesto el permanecer en el suelo hasta que hubiese venido ayuda exterior.
El asunto es que me he ido relajando en este tema, y aunque el problema sigue existiendo, el móvil no lo llevo encima habitualmente. Así que ayer, una de mis terapeutas ocupacionales y yó, tomamos la decisión de la semana que viene comenzar las "prácticas" que solventen (o cuanto menos atenúen) mi estancia "por los suelos".
Ya os contaré.